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Promesas bíblicas,Sanidad

VERSICULOS BIBLICOS PARA OBTENER SANIDAD – Parte 2

Pastor Javier Aponte

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La Palabra de Dios revela de principio a fin que la sanidad no es solo posible, sino parte del plan redentor de Dios, según aprendimos en la primera parte de las promesas de sanidad (para leerla da click aquí) Debemos leer, meditar y confesar porque como dijo Mark Hankins: “Tu voz es tu dirección espiritual. Lo que hablas es hacia donde te mueves” por lo que quiero dejarte 10 citas bíblicas que se encuentran en el antíguo testamento y que son un fundamento para que recibas tu sanidad de manera tangible porque como dice: 2 Corintios 1:20 "20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.", esto incluye las del antiguo testamento como las del nuevo, No olvides que esto es una terapia espiritual, quiere decir que debes (1) leer detenidamente, (2) meditar lentamente, (3) orar en tu idioma, (4) orar en otras lenguas y luego (5) confesar, puedes repetirlo las veces que desees hasta que sea tangible tu sanidad.

Lee y medita:

 

1. Éxodo 15:26 «26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.» – …yo soy Jehová tu sanador.

 

Ahora confiesa: ¡Yo escucho atentamente tu voz y hago lo recto delante de ti porque me hiciste una nueva criatura (2 Cor 5:17) conforme a tu imagen y conforme a tu semejanza (Génesis 1:28), porque ahora tengo la capacidad de someter mi carne y vivir en el Espíritu (Gálatas 5:16 ) por lo tanto NINGUNA enfermedad puede tocarme porque tu eres mi SANADOR. 

 

Lee y medita:

 

2. Éxodo 23:25 «25 Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.» – …y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.

 

Ahora confiesa: ¡Padre tú me llamaste desde la eternidad, yo soy un servidor tuyo y quitas toda enfermedad que tenga mi cuerpo y mi mente, ella no puede desobedecer tu Palabra. Enfermedad: te vas de mi cuerpo!

 

Lee y medita:

 

3. Deuteronomio 7:15 «15 Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.» – Y quitará Jehová de ti toda enfermedad…

 

Ahora confiesa: ¡No importa que enfermedad sea, no tengo que conocer el nombre de la enfermedad, mi Padre dice: NINGUNA, y NINGUNA es NINGUNA, así que NINGUNA enfermedad puede estar en mi porque DIOS, mi Padre las quito, y ya sucedió, así que si tengo alguna enfermedad debo saber que tiene que irse porque ya fué quitada por la obra redentora de Jesús (Isaias 53:4-5, Mateo 8:16 y 1 Pedro 2:24)

 

Lee y medita:

 

4. Deuteronomio 30:19–20 «19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; 20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.» – …escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.

 

Ahora confiesa: ¡Ya medité en este versículo y conscientemente escogí la vida y desecho la muerte, la vida me permite vivir como vive Jesús ahora mismo ( 1 Juan 4:10 b) y Jesús no tiene enfermedad en su cuerpo o es oprimido en su mente con ansiedad o depresión, yo escojo la vida y mis días serán prolongados, yo no moriré, yo viviré! (Salmos 118:17)

 

Lee y medita:

 

5. Salmo 91:10 «10 No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.» 

 

Ahora confiesa: ¡Yo habito bajo el abrigo de mi Señor Dios (Salmos 91:1) y por eso no me puede sobrevenir ningún mal, tampoco plaga alguna puede tocar mi vida (Salmos 91:10) , hoy decido descansar sabiendo que puedo vivir bajo la protección de mi Padre Dios, ahora descanso en los delicados pastos donde mi Padre me pastorea (Salmo 23:2

 

Lee y medita:

 

6. Salmo 91:15–16 «15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. 16 Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.» – Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida…

 

Ahora confiesa: ¡Padre, yo se que tú me escuchas porque deseas escuchar mi voz, sabes lo que necesito antes de pedírtelo y has prometido responder, a veces me siento solo, que me has abandonado, que para mi no funciona la Palabra y me lleno de angustia, pero tu dices que estás conmigo en la angustia, durante ese proceso, durante ese tiempo y has dicho que me librarás y me saciarás de larga vida, yo lo creo, no estoy solo y tú estás conmigo para siempre! (Mateo 28:20)

 

Lee y medita:

 

7. Salmo 107:20 «20 Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina.» – Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina.

 

Ahora confiesa: ¡Padre, tú me enviaste tu Palabra, ella es una persona, enviaste a Jesús a pagar mi pecado (Efesios 2:1-2) y tu Palabra me sanó, esto ya sucedió espiritualmente, yo lo creo, lo medito y lo declaro diciendo: Cuerpo, estás sano, mente, estás sana, cada órgano, cada tejido, cada hueso, cada miembro de mi cuerpo y de mi mente está sano porque me libraste de la ruina!

 

Lee y medita:

 

8. Proverbios 4:20–22 «20 Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. 21 No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; 22 Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.» – …porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.

 

Ahora confiesa: ¡No tomo tu Palabra como algo ligero, yo escucho con expectativa a cada palabra, cada letra y busco entenderla, estoy atento escuchando, renuncio a mi razonamiento y creo en lo que tu dices, creo en tus razones porque tu no mientes. (Números 23:1, Hebreos 6:18 , Tito 1:2), no separo mi vista de tu Palabra, dame fuerzas para no mirar las imposibilidades del mundo, prefiero tomarme en serio la vida del cielo y guardo tu Palabra en mi corazón, lo hago tiempo tras tiempo, como tomando la medicina del cielo que sana mi cuerpo, una dosis no es suficiente, tomo dosis tras dosis hasta que la sanidad se manifieste en mi cuerpo, gracias Padre! 

 

Lee y medita:

 

9. Jeremías 30:17 «17 Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.» – Mas yo haré venir sanidad para ti…

 

Ahora confiesa: ¡Padre, gracias por siempre pensar en hacerme el bien, por pensar en mi aun mejor de lo que yo pienso (Jeremías 29:11), has enviado sanidad para mi, has sanado mis heridas, cualquiera que sea, gracias Padre, te amo.

 

Lee y medita:

 

10. Malaquías 4:2 «2 Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.» – …nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación…

 

Ahora confiesa: ¡Señor el sol de justicia (Cristo) ha nacido en mi, su luz me ha iluminado, su calor me ha hecho entender cuánto me amas, me has hecho justicia por Cristo Jesús, La luz revela hasta la partícula más pequeña de polvo o suciedad, y cuando tu luz me alumbró ha mostrado que vivo a la justicia (1 Pedro 2:24), soy justicia de Dios (2 Corintios 5:2), gracias Padre, gracias, te amo, no tengo palabras que alcancen a expresar mi gratitud, me rindo a ti! 

Promesas bíblicas,Sanidad

Estas promesas bíblicas están basadas en Josué 1:8–9 (“8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”) por lo cual para que funcione la medicina de Dios en tu vida no se trata de leer el párrafo y volver a tu vida, esto es una terapia espiritual, donde debes buscar “tu lugar de descanso” y crear el ambiente necesario para recibir la medicina celestial por transfusión leyendo cada verso una y otra vez, puedes repetir la confesión que escribí para ti, pero si meditas detenidamente cada verso verás como nuestr Padre comenzará a hablarte directamente a ti diferentes significados y aplicaciones de esta medicina celestial, repite el tratamiento por varios días, podría ser 3, 5, 7 o 21 días seguidos, solo tu sabrás cuanto lo necesitas, recuerda que la sanidad viene muchas veces de forma progresiva y que depende directamente de tu fe, no de la de Dios o alguien más, no es de su poder o voluntad, porque él tiene el poder y la voluntad para sanarte, así que anímate y no lo olvides, todo será hecho de acuerdo a tu fe. 

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Pastor Javier Aponte

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