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VERSICULOS BIBLICOS PARA OBTENER SANIDAD – Parte 1

Pastor Javier Aponte

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La Palabra de Dios revela de principio a fin que la sanidad no es solo posible, sino parte del plan redentor de Dios. En Isaías 53:4-5 vemos que Jesús llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores; su sacrificio en la cruz no solo trató con el pecado, sino también con sus consecuencias, incluyendo la enfermedad. Kenneth Hagin enseñaba: “La fe comienza donde la voluntad de Dios es conocida”, y la Biblia deja en claro que la voluntad de Dios es vida, salud y plenitud para Su pueblo. Este documento contiene 10 citas bíblicas organizadas por categorías, para ayudarte a meditar, orar y declarar con autoridad sobre tu cuerpo y tu alma. Como decía Mark Hankins: “Tu voz es tu dirección espiritual. Lo que hablas es hacia donde te mueves”. Usa estas Escrituras para renovar tu mente, alinear tu boca con la Palabra y tomar posesión por fe de la herencia que Jesús compró con Su sangre. ¡La sanidad no es una promesa lejana; es una realidad disponible hoy!

Sanidad en la obra redentora de Cristo (Fundamento Teológico)

En los tres primeros versículos tenemos los tres tiempos con referencia a Jesús, Isaías en el pasado, Mateo en el presente de Jesús y 1 Pedro en el futuro, medita en que no importa tu edad o momento de vida, el fundamento es que eres sano/a por la obra redentora de Jesús:

 

Lee y medita:

 

1. Isaías 53:4–5 “4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”

 

Ahora confiesa: ¡Él ya sufrió mi dolor para que yo no tengas que sufrirlo.

 

Lee y medita:

 

2. Mateo 8:16–17 “16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; 17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.”

 

Ahora confiesa: ¡Si Jesús sanó a todos, a mi también me sanará, adicionalmente este fué el cumplimiento de la Palabra dicha en el pasado,  la cual abarca el futuro donde aparezco yo!

 

Lee y medita:

 

3. 1 Pedro 2:24 “24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”

 

Ahora confiesa: “Jesús ya llevó mis pecados, por Jesús ahora estoy muerto al pecado y la consecuencia del pecado es la enfermedad por lo cual no debo estar enfermo”

 

Lee y medita:

 

4. Gálatas 3:13–14 “13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.”

 

Ahora confiesa: ¡No solo soy perdonado de mis pecados, soy redimido para que no haya enfermedad en mi!

 

Lee y medita:

 

5. Romanos 8:11 “11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.”

 

Ahora confiesa: – ¡Si el Espíritu de Dios vive en mí y él mismo vivificó a Jesús para resucitarlo de los muertos, entonces también vivificará mi cuerpo para vivir en sanidad.

 

Lee y medita:

 

6. Colosenses 1:13–14 “13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”

 

Ahora confiesa: ¡Ya no estoy en tinieblas, ahora vivo en el Reino de Cristo y en su Reino no hay enfermedad, por lo cual la enfermedad no puede estar en mi!

 

Lee y medita:

 

7. Hebreos 9:12 “12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.”

 

Ahora confiesa: ¡Vivo en eterna redención, esta no se pausa, se detiene o pierde su poder, los síntomas o exámenes médicos negativos no son más reales que la Verdad de la Palabra, no fué por mi sangre, fué por la preciosa, santa y justa sangre de Jesús que ahora son SANO!

 

Lee y medita:

 

8. Salmo 103:2–3 “2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;

 

Ahora confiesa: ¡No me olvido de los beneficios de la redención, los cuales son: vida espiritual, sanidad y provisión eterna, medito en ellos y por ellos son sanado de toda enfermedad!

 

Lee y medita:

 

9. Juan 10:10 “10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

 

Ahora confiesa: ¡Ni Dios, ni Jesús vino a traer enfermedad o muerte, por lo cual no acepto la enfermedad en mi cuerpo, ella viene del diablo y no quiero nada del diablo, acepto solo lo que Dios y Jesús vinieron a dar: Vida abundante, la vida Zoé!

 

Lee y medita:

 

10. 2 Corintios 5:21 “21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”

 

Ahora confiesa: ¡Por la violación de la ley viene la enfermedad, los que violan la ley son los injustos, pero yo no soy un injusto, yo soy justo, no por mi, fué por Jesús y por hacerlo el Señor y Salvador de mi vida, Yo fuí hecho justicia de Dios en Jesús, soy justo y la enfermedad no tiene porque hacer efecto en mi, enfermedad tu te mueres!

 

Estas promesas bíblicas están basadas en Josué 1:8–9 (“8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”) por lo cual para que funcione la medicina de Dios en tu vida no se trata de leer el párrafo y volver a tu vida, esto es una terapia espiritual, donde debes buscar “tu lugar de descanso” y crear el ambiente necesario para recibir la medicina celestial por transfusión leyendo cada verso una y otra vez, puedes repetir la confesión que escribí para ti, pero si meditas detenidamente cada verso verás como nuestr Padre comenzará a hablarte directamente a ti diferentes significados y aplicaciones de esta medicina celestial, repite el tratamiento por varios días, podría ser 3, 5, 7 o 21 días seguidos, solo tu sabrás cuanto lo necesitas, recuerda que la sanidad viene muchas veces de forma progresiva y que depende directamente de tu fe, no de la de Dios o alguien más, no es de su poder o voluntad, porque él tiene el poder y la voluntad para sanarte, así que anímate y no lo olvides, todo será hecho de acuerdo a tu fe. 

Quiero pedirte que luego de recibir tu sanidad te tomes un tiempo para darle la gloria a Dios, a Jesús el sanador y lo hagas a través de un testimonio que puedes enviar en la parte final del Post o al correo testimonios@iglesiaencasa.co , esto servirá para edificar y animar a otros a recibir su sanidad. No dudes en escribir estaré pendiente de tus mensajes.

Creo contigo por tu sanidad, Shalom, Pst. Javier Aponte.

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Pastor Javier Aponte

Pastor Javier Aponte es egresado de los Centros de entrenamiento bíblico de Rhema-CEBCO, y Rhema Colombia y pastor de Iglesia cristiana en·casa en Bogotá – Colombia.

En 1994 conoció a Jesús y desde ese año lo amó profundamente hasta el día de hoy. Junto con su esposa, recibieron el llamado a ser pastores en el año 2000 y desde aquel tiempo pastorean y sirven como pastores y maestros de la Palabra de Dios en diferentes proyectos que pretenden ayudar a cada creyente a crecer en su vida espiritual, transformando su vida para recibir las promesas de Dios y vivir en santidad,pureza e integridad para ser de testimonio e influencia para otros y así cvumplir la gran comisión.

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